Meetme23

Habitualmente, a tu pregunta “¿Adónde ir para una buena fiesta en Praga?”, en un hotel (hostal) corriente te ofrecen un folleto para turistas que hace promoción de un club de cinco andares, con cuba libre a 180 CZK y suelo sucio. Por suerte, Meet Me 23 no es un hotel (hostal) habitual. Preferimos recomendarte lugares favoritos que no encuentras en los folletos pero los cuales te dan a conocer la verdadera vida nocturna en Praga.   

Vlkova 26

En los últimos años, el barrio de Žižkov está pasando por su pequeño renacimiento. Una prueba de eso es el bar y club nocturno Vlkova 26. Está situado cerca de Meet Me 23, solamente vas hasta la próxima parada del tranvía desde la Estación Principal de Ferrocarriles (Hlavní nádraží) en dirección a Žižkov. Descubrirás un bar subterráneo de estilo donde puedes sentarte tranquilamente ya a las ocho de la noche y quedarte hasta la mañana del día siguiente. Los cócteles muy ricos y perfectamente hechos te ayudan a tenerte de pie y no caer de cansancio. Con certeza te gustaría la música electrónica muy cuidadosamente escogida para complacer al gusto de los visitantes. El día siguiente quisieras tenerla en tu Spotify. Durante el fin de semana el club “Vlkovka” está lleno de gente, pero sabe crear una atmósfera tan atrayente que te quedarás durante mucho más tiempo de lo que querías.  

Estación de Ferrocarril de carga Žižkov (Nákladové nádraží Žižkov)

Si tu visita de Praga tiene lugar en los meses cuando no hace mucho frío y te encantan fiestas en un ambiente extraordinario, seguramente te gustaría visitar la Estación de Ferrocarril de carga Žižkov (Nákladové nádraží Žižkov). La estación de ferrocarriles de estilo funcionalista ya no se utiliza y, hace poco tiempo, se convirtió en una zona de cultura alternativa donde se organizan conciertos, proyecciones de películas en un cine al aire libre, workshops y fiestas que son tan informales y desacostumbradas como se pudiera esperar en un tal ambiente insólito. Si no te basta tomar algunas cervezas o copitas entre rieles y carriles, puedes ir a ver películas clásicas. Cuando veas el Mad Max en un inmueble industrial abandonado, te aseguramos que nunca lo olvidarás.  

Hollar 

¿Qué tal una fiesta en una de las universidades más antiguas en Europa? Que ¿no te parece muy agitador a primera vista? No obstante, cuando entres en el patio de la Galería de Hollar, ya sabrás. El patio de un edificio ordinario de la Universidad Carolina, cerca del Teatro Nacional, se convierte todos los fines de semana en una discoteca con una gran pista de baile y con dos terrazas en pisos superiores. Aquí tienen lugar conciertos alternativos de varios DJ’s y bandas de música, pero lo que prevalece es la música electrónica. Y sí, cada semana se encuentra aquí por lo menos la mitad de la comunidad de hípsters de Praga. Si te atrae o no, en Hollar pasas un tiempo excelente sin arruinar tu portamonedas.   

Una desventaja verdadera es que el edificio cierra a medianoche y por eso tu recorrido urbano hasta la mañana debe seguir por otros lugares. Sin embargo, vale la pena visitar Hollar para convencerte como puede variar el sentido de un  “evento universitario”.   

Segundo piso (Druhé patro)

Ya está bien entrando la noche y te quedas plantado en medio de la calle de fiestas más famosa de Praga – en la calle Dlouhá. Eso puede acontecer a todo el mundo. ¿Y si no te apetece visitar ningún de los bares repletos de gente donde se baila a Best of 1987 y los bármanes te echan ojos feos?   Entonces, prueba la sala de club del Segundo piso (Druhé patro) en la casa Nº 37. Es que la entrada desde un patio oscuro no es muy atrayente pero por dentro se encuentra un espacio de club interesante con una atmósfera especial e incomparable la que nadie esperaría en la calle Dlouhá. El establecimiento además ofrece también música de intérpretes de alta calidad y bebidas a precios bien razonables. En pleno centro de la ciudad es tan inesperado que antes fue posible entrar exclusivamente bajo contraseña. A pesar de tratarse ya de época pasada, el Segundo piso (Druhé patro) es un tesoro bien guardado en la calle más brava de la ciudad.